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Calentar el horno a 180°C. Enmantequillar un molde desmontable de 24 cm.
Hornear el kuchen por 40 minutos o hasta que la masa y la cubierta estén doradas.
Dejar enfriar, desmoldar y servir.
La manzana contiene antioxidantes. Estos ayudan a proteger el deterioro celular y la oxidación.
Para el kuchen es importante usar manzanas que no se deshagan al cocinar. Es decir, que mantengan su forma al cocinarlas y que no sean muy jugosas. Algunas alternativas son: manzanas verdes (éstas son menos dulces), Pink lady o Fuji. Tienen que ser manzanas firmes y no harinosas.
Es importante que la masa esté fría al hornearla, pues si no se tiende a recoger mientras se hornea. Cuando uno prepara la masa, al trabajarla, la mantequilla se ablanda. Es necesario refrigerar la masa, e incluso a veces es mejor hacerlo ya puesta dentro del molde. De este modo, la mantequilla está fría y al hornear la masa, se logra una mejor estructura y se mantienen perfectos los bordes de la masa.
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