En un bol tamice la harina y el azúcar flor, añada la mantequilla y mezcle con la punta de los dedos hasta obtener una textura similar a las migas de pan.
Forme un hueco en el centro, agregue la yema y el agua y mézclelo todo hasta que adquiera consistencia de masa, si no se mantiene compacta puede ser falta de agua.
Forme una bola y refrigere por 20 minutos.
Coloque la masa entre dos plásticos y extiéndala con un uslero, desde el centro hacia afuera.
Vuelque la masa sobre el molde, procurando centrarla ya que después no podrá moverla.
Refrigere la masa en el molde por 15 minutos, para que repose y no se hunda tanto.
Precaliente el horno.
Cubra la base con papel mantequilla y legumbres secas. Hornee la masa 15 minutos y luego retire las legumbres.
Hornee otros 20 minutos, hasta que se cueza la base y los bordes queden dorados.
A parte escurra los duraznos y rebánelos. Luego dispóngalos de manera decorativa sobre la tartaleta. Usted puede decorar si desea con frambuesas u otra fruta.
El durazno contiene antioxidantes. Estos ayudan a proteger el deterioro celular y la oxidación.