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Esta receta típica de Chile tiene sus orígenes en Europa, principalmente en Alemania que se caracteriza por su uso de mazapán. En provincias del sur de nuestro país, suelen aparecer versiones con malta y aroma de nuez moscada.
Hay mucha gente a la que no le gusta la fruta confitada, por lo que puedes simplemente reemplazarlas por frutos secos como nueces, almendras u otros como maní y avellanas.
Lo ideal es conservarlo a temperatura ambiente. Luego de horneado, no es recomendable manipularlo, y lo mejor es esperar que se enfríe para evitar que se desarme. Después puedes envolverlo con papel plástico o papel aluminio para mantenerlo fresco.
Para evitar que le entre aire, luego de envolverlo en papel plástico o de aluminio, se puede poner en una bolsa hermética, en un lugar oscuro y fresco.
Debes evitar sobre cocerlo, teniendo mucho cuidado con el horno, lo óptimo es cocinarlo con tiempo y a una temperatura óptima media-baja.
También se recomienda no mezclar en exceso, ya que, al hacerlo, la harina va desarrollando mucho gluten y el pan puede quedar duro. Incorporar de a poco los ingredientes.
Puedes seguir nuestra receta Gourmet, la que tiene incorporada harina integral y harina de almendras en sus ingredientes. Prueba esta rica versión del Pan de Pascua tradicional.
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