En este post, te enseñaremos cómo conservar tu fruta de temporada de forma sencilla con algunos tips. Estos datos te servirán también para aplicarlos con otros alimentos bajo la técnica de la conservación en frío, que detiene o reduce el crecimiento de gérmenes. Y aunque esto no los mata, sí los “duerme”.

Esto, junto con el buen manejo y aplicación de buenas condiciones higiénicas y almacenamiento, te permitirán aprovechar al máximo y desperdiciar menos alimentos.

Te enseñaremos cómo hacerlo con las frutas de temporada más consumidas del verano; duraznos, damascos, arándanos, cerezas y frutillas.

¿Cómo conservar duraznos y damascos?

Al ser de la misma familia, ambos pueden ser conservados juntos, pero es importante comenzar por separar la fruta madura de la que aún sigue firme.

La fruta madura puedes consumirla durante el día o bien transformar en mermeladas o pulpas que puedes congelar.

La fruta firme, sumérgela en una solución de agua y tu higienizante de frutas y verduras favorito. Te recomendamos usar uno ecológico, ya que son a base de alcohol etílico (proveniente de la caña de azúcar) y, que a diferencia de los tradicionales, son libres de cloro y amonio. Luego, enjuaga normalmente y seca de modo que no quede rastro de humedad. Transfiere a un recipiente con tapa hermética y refrigera. Así, puede conservarse por dos semanas en buen estado y estará óptima para ser consumida de inmediato.

Damascos y duraznos frescos

¿Cómo conservar cerezas?

Aunque son de la misma familia del durazno y el damasco, poseen otro Ph, lo que podría acelerar el proceso de oxidación de estos al guardarse juntos. Te sugerimos sumergir en una solución de agua y vinagre; puede ser blanco o de manzana, ya que es un gran antiséptico y antibacterial natural. Utiliza tres a cinco cucharadas de vinagre por cada litro de agua y sumerge por tres minutos. Luego, escurre y elimina el exceso de humedad con ayuda de una centrífuga de alimentos y conserva en un recipiente con tapa hermética en el refrigerador.

Un dato importante es que entre menos aire quede disponible, menos probabilidad de que la fruta comience su proceso de oxidación, alargando su duración.

Cerezas frescas

¿Cómo conservar arándanos?

Aunque son sumamente versátiles en la cocina, es importante conservar en frío lo antes posible. Para eso, separa la fruta que está verde, madura o machucada junto con los tallos que puedan venir y repite el proceso de lavado.

Te sugerimos utilizar un higienizante para tener un efecto más eficiente; usado bajo las condiciones del fabricante y secar con ayuda de una centrífuga de alimentos. Guardar en un recipiente con tapa hermética en el refrigerador o en bolsas pequeñas con cierre hermético en el congelador para que a la hora de consumir solo uses lo necesario sin descongelar de más y evitar que tu fruta se deshiele y cristalice al volver a guardar.

Arándanos frescos

¿Cómo conservar frambuesas?

Probablemente, la fruta más difícil de conservar, ya que suele durar muy poco en buen estado, convirtiéndose rápidamente en pulpa madura y perdiendo su forma.

Para conservar, selecciona las frambuesas más firmes y con ayuda de un colador, sumerge en una solución de agua e higienizante por apenas un par de minutos. Es importante no exceder el tiempo o las frambuesas comenzarán a perder su estructura. Enjuaga con un lavado de agua en forma de lluvia y transfiere sobre una bandeja evitando encimar una sobre otra.

Cubre con film a piel y congela. Así evitarás que el agua se cristalice sobre la fruta. Una vez congelada, ya puedes retirar tus frambuesas y traspasar a recipientes o bolsas con cierre hermético, conservando su forma y sabor perfectamente. Esto aplica para otro tipo de frutas delicadas como moras, morones o grosellas.

Frambuesas congeladas

¿Cómo conservar frutillas?

Al igual que el resto, separa la fruta madura de la que aún sigue firme. Lava en una solución de agua y vinagre; por cada litro de agua utiliza tres a cinco cucharadas de vinagre. Luego, retira el exceso de agua y aunque no es necesario volver a enjuagar, ya que la fruta no queda para nada con sabor a vinagre, si es importante secar cada frutilla. Una vez secas, dispone sobre un plato o bandeja previamente forrada con papel absorbente y distribuye las frutillas con el sépalo (la parte verde) hacia bajo. Cubre con más papel absorbente y film. Refrigera en la parte más cerca del congelador y así alargarás su vida hasta por 10 a 12 días, manteniéndose frescas por mucho más tiempo.

El resto de las frutillas que ya comenzaron a madurar, te sugerimos cortar en trocitos y congelar en bolsas con cierre hermético, sin olvidar etiquetar su fecha. Recuerda que la fruta congelada puede durar entre seis meses a un año perfectamente, siempre y cuando no pierda su cadena de frío.

Frutillas frescas

Cuéntanos como te fue con estos métodos para conservar la fruta de verano por más tiempo o si tienes otra forma que nos puedas compartir. ¡Te leemos!

3 Comentarios
Lucia Villaman

Muy interesante y gracias por tan importante informacion, soy consumidora de muchaaaa fruta y se me hecha a perder a pesar de estar en frío, Con estos cocimientos espero me duren lo suficiente. Atte.

Daniela

Genial!! Muchas gracias coni , te sigo x Instagram y te encuentro seca, la información de esta página está clara y muy oportuna.

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