Dietas Detox

En los últimos años, muchas dietas “de moda” han salido a la luz. Una de las más buscadas por las personas son las llamadas Dietas Detox. Estas dietas han sido recomendadas para “eliminar del organismo aquellas cosas que no necesita o que lo intoxican, para así lograr un mejor funcionamiento del cuerpo, estar más saludable y bajar de peso”. Ahora, ¿es todo esto verdad? ¿Necesitamos hacer Dietas Detox de vez en cuando? ¿Son la mejor opción a la hora de buscar un estilo de vida saludable o adelgazar? ¿Existe evidencia científica que las avale? Son algunas de las preguntas que responderemos a continuación.

¿Qué significa detox?

Para partir, creo que es importante entender el concepto “detox”. Éste viene de la palabra detoxificante, que a la hora de hablar de nuestro organismo, habla de la capacidad que tienen nuestros órganos para poder eliminar toxinas, sustancias tóxicas o de desecho. Un paréntesis antes de seguir: existen distintas sustancias tóxicas que son nocivas para la salud, las cuales pueden ser exógenas (como el tabaco, alcohol, gases contaminantes, aditivos, entre otros) y endógenas (productos de nuestro propio metabolismo, como la urea y el CO2). El cuerpo humano tiene diversos órganos para realizar funciones detoxificantes, como el hígado, los pulmones, los riñones, el sistema digestivo y la piel. Éstos vienen preparados para hacer esta tarea desde el momento en que nacemos, por lo que, en un cuerpo sano y libre de patologías, junto a un estilo de vida saludable, ellos se preocuparan de mantener todo lo que no necesitamos fuera de nuestro organismo.

Té y pastillas detox

Según esto, ¿les sonaría lógico que un jugo a base de frutas y/o verduras sea detoxificante? ¿O que tomar alguna pastilla a base de “súper alimentos” sea detoxificante? Creo que ya entienden por dónde voy, pero de todos modos revisemos lo que nos dice la evidencia científica al respecto.

Existe una gran variedad dentro de lo promovido como dietas detox: ayunos totales, ayunos solo con jugos y modificación de alimentos con distintos enfoques, agregando muchas veces el uso de laxantes, diuréticos y multivitamínicos. Estas dietas rara vez identifican las toxinas que pretenden eliminar o los mecanismos mediante los cual podrían eliminarlos, lo que dificulta la investigación de sus afirmaciones. Hoy en día no existen pruebas clínicas o estudios rigurosos al respecto. La gran mayoría son publicaciones que sufren de muchas limitaciones metodológicas, como tamaños de muestras pequeños, sesgos de muestreo, falta de grupo control, entre otras.

Dado lo anterior, vemos que no existe realmente evidencia científica que respalde el uso o la recomendación de dietas comercialmente llamadas “detox”. Hoy en día podríamos decir que son la gran mentira de la industria del siglo XX. Usando la palabra detox llaman a muchas personas a comprar productos o servicios, cuando realmente se pone en duda la balanza entre beneficios y posibles riesgos de estas recomendaciones. Hablemos un poco de esto.

Dieta de desintoxicación

Aunque actualmente no hay evidencia que respalde el uso de dietas comerciales de desintoxicación, hay algunos estudios preliminares que sugieren que ciertos componentes nutricionales poseen propiedades de desintoxicación. Es un área de investigación interesante, pero como mencioné anteriormente, preliminar. También hay que tener en cuenta que, si en un futuro se llega a hablar sobre algún componente detox, éste sería con un mecanismo definido y, por lo tanto, con efecto predeterminado, no a nivel generalizado que abarque todo nuestro organismo. Algunos ejemplos de lo anterior (que han sido estudiados en humanos) serían el ácido cítrico para la eliminación del plomo o el selenio para la eliminación de mercurio. Vemos que son componentes y resultados específicos, donde aún deben hacerse estudios de mejor calidad y evaluar dosis, seguridad, etc.

Por último, ¿hay riesgos asociados a hacer una dieta detox? La respuesta es SI. La mayoría de estas dietas tienen en común el tener una restricción calórica severa e insuficiencia nutricional (por eso normalmente el hacer una dieta de este tipo va asociado al consumo de multivitamínicos) que puede afectar gravemente la salud y nuestro organismo. Ayunos extremos o sostenidos, sin supervisión médica, pueden llevar a deficiencia de proteínas, vitaminas y minerales, desbalance de electrolitos, acidosis láctica e incluso la muerte. También está el riesgo de tener una sobredosis de los distintos suplementos entregados. Sumado a todo esto, tenemos una gran falta de regulación en esta industria, lo que genera una importante preocupación a nivel de salud.

¿Detox para bajar de peso?

Dentro de este último punto, podemos aprovechar de responder otra de las grandes dudas que hay respecto al tema: ¿son efectivas para la pérdida de peso? Dado que se asocian a restricciones calóricas extremas, es muy común ver pérdidas de peso rápidas y “efectivas”, el problema es que esto se asocia principalmente a un detrimento de la masa muscular y con un efecto rebote prácticamente asegurado al volver a los hábitos normales. Considerando que en este proceso se pierde masa muscular y normalmente el peso “re-ganado” es a base de masa grasa, claramente no es un tratamiento recomendado.

Ahora ¿qué hacer? ¿Cómo logro que mi organismo se mantenga saludable y libre de toxinas o productos que puedan causarle daño? La respuesta es: un estilo de vida saludable sostenido en el tiempo. No hay dudas de que esto tiene un mayor valor a nivel de salud a largo plazo que las soluciones rápidas que ofrecen las dietas detox comerciales. ¿Qué incluye un estilo de vida saludable? Una alimentación equilibrada y lo más natural posible. Consumir diariamente frutas y verduras, proteínas de buena calidad, grasas saludables, granos, cereales y carbohidratos complejos, dejando para momentos ocasionales o “gustitos” alimentos de baja calidad nutricional y ultraprocesados. Además se debe mantener una buena hidratación diaria (promedio de 2 litros diarios de agua), estar físicamente activos, evitar el tabaquismo y el alcohol, cuidar nuestra salud mental y tener un adecuado descanso y hábito de sueño diario. Con esto, logramos que nuestros órganos detoxificantes se mantengan saludables y puedan hacer sus tareas depurativas sin problemas.

Entrada por Tamara Dides

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